¿Qué es la fibrosis quística?
La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria que afecta a los pulmones y al aparato digestivo. Está causada por un gen defectuoso y afecta a la capacidad del organismo para mover la sal y el agua dentro y fuera de las células. Esto hace que el cuerpo produzca una mucosidad anormalmente espesa y pegajosa que obstruye los pulmones e impide la digestión. La fibrosis quística es una de las enfermedades hereditarias más comunes en Estados Unidos y afecta a 1 de cada 3.500 bebés nacidos.
Signos y síntomas de la fibrosis quística
La gravedad de los síntomas puede variar mucho, pero suelen incluir:
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Tos, a menudo con flemas
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Sibilancias y dificultad para respirar
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Dificultad para ganar peso
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Infecciones pulmonares recurrentes
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Crecimiento deficiente
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Heces grasientas y voluminosas
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Piel con sabor salado
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Falta de apetito
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Prolapso rectal (cuando parte del intestino grueso se sale del ano)
Causas de la fibrosis quística
La fibrosis quística está causada por un gen defectuoso, generalmente heredado de ambos progenitores. El gen hace que el cuerpo produzca una mucosidad espesa y pegajosa que obstruye los pulmones e impide la digestión.
Factores de riesgo de la fibrosis quística
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Tener antecedentes familiares de la enfermedad
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Nacer de un progenitor con el gen defectuoso
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Tener ascendencia caucásica
Prevención de la fibrosis quística
Dado que la fibrosis quística es una enfermedad hereditaria, no se conoce ninguna forma de prevenirla. Sin embargo, las pruebas genéticas y el cribado pueden ayudar a identificar a las personas con riesgo de padecer la enfermedad.
Diagnóstico de la fibrosis quística
La fibrosis quística suele diagnosticarse en la infancia, pero también puede diagnosticarse en adultos. El diagnóstico se realiza mediante una combinación de exploración física, antecedentes familiares, pruebas genéticas y pruebas de laboratorio.
Tratamiento de la fibrosis quística
La fibrosis quística no tiene cura, pero existen tratamientos que ayudan a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estos tratamientos incluyen:
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Medicamentos: Antibióticos, broncodilatadores y antiinflamatorios para ayudar a reducir la inflamación de los pulmones y las vías respiratorias.
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Desobstrucción de las vías respiratorias: Fisioterapia torácica y ejercicios respiratorios para ayudar a eliminar la mucosidad de los pulmones.
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Nutrición: Dieta rica en calorías y grasas para ayudar a mantener un peso saludable.
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Oxigenoterapia: Oxígeno suplementario para ayudar a respirar
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Cirugía: Cirugía para eliminar obstrucciones en los pulmones o reparar daños causados por la enfermedad
Superación y apoyo para la fibrosis quística
Vivir con fibrosis quística puede ser un reto, pero hay varias formas de controlar la enfermedad. Los grupos de apoyo pueden proporcionar apoyo emocional, mientras que los profesionales médicos pueden aconsejar sobre el manejo de la enfermedad.
Complicaciones de la fibrosis quística
Las complicaciones de la fibrosis quística pueden incluir:
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Daño pulmonar
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Enfermedad hepática
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Diabetes
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Mala nutrición
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Crecimiento deficiente
Vivir con fibrosis quística
Vivir con fibrosis quística puede ser un reto, pero es posible llevar una vida plena y activa con la enfermedad. Es importante estar al día de los tratamientos y tomar medidas para prevenir infecciones. Seguir una dieta sana, descansar lo suficiente y evitar el contacto con personas enfermas puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones.